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GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS
dentro de la biblioteca
Permanecer en silencio.
Es permitido escanear o fotocopiar las páginas de los libros.
Si trabaja en grupo hablar en voz baja para evitar interrupciones.
No ingerir alimentos.
Los bolsos y mochilas se deben guardar en los lockers del ingreso.
Hablar por teléfono fuera de la biblioteca.
Cualquier material dañado deberá ser repuesto por el responsable.
Si utiliza audios en su dispositivo electrónico, utilizar audífonos.
Mantener orden y limpieza en el lugar de trabajo.
Utilizar adecuadamente el equipo del centro de consulta.
Practicar la cordialidad con otros usuarios y con el personal de biblioteca.
«La lectura es como mirar a través de varias ventanas que se abren a un paisaje infinito. Para mí la vida sin leer sería como estar en prisión, sería como si mi espíritu estuviera en una camisa de fuerza. La vida sería un lugar oscuro y estrecho».
Isabel Allende, escritora chilena.
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NACIMIENTO DE UN ESPACIO DE CONOCIMIENTO
La biblioteca universitaria fue fundada en 1,987 gracias a la iniciativa de estudiantes que solicitaron un espacio de consulta e investigación. Originalmente, el espacio de la biblioteca era un aula, la cual se adaptó para convertirse en el corazón académico de la universidad.
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