BREVE RESEÑA DE DON BOSCO

Y LOS SALESIANOS
Giovanni Melchiorre Bosco (I Becchi, 16 de agosto, 1815 – Turín, 31 de enero, 1888) fue un sacerdote italiano, educador popular, santo de la juventud. Conocido sencillamente como san Juan Bosco, su vida marcó a la Italia del siglo XIX y continúa, gracias a un sueño, emanando inspiración en todo el planeta. Don Bosco es reconocido gracias a la mítica sencillez de su trato, a su humildad cotidiana enfocada en la construcción de condiciones favorables para el cobijo de la niñez en condiciones de pobreza, a su entrega pedagógica y formativa para con la juventud a través de los fundamentos de su Sistema Preventivo y a su trascendental potencia espiritual e intelectual como creador del Oratorio, boletines, asociaciones e instituciones, elementos materiales de su fe cuya luminosa ejemplaridad e imprescindible importancia para la transformación del mundo es tangible en toda su obra. Don Bosco fue canonizado por el papa Pío XI el 1 de abril de 1934 y fue depositario con el título de «Padre, maestro y amigo de los jóvenes» por el papa Juan Pablo II el 24 de enero de 1989.
Bajo el lema Da mihi animas cætera tolle (Dame almas y llevaos lo demás), el 18 de diciembre de 1859 san Juan Bosco fundó la Pía Sociedad de San Francisco de Sales o, sencillamente, Salesianos de Don Bosco. San Juan Bosco nombró a su congregación en honor al santo de Ginebra y doctor de la Iglesia, Francisco de Sales (Thorens-Glières, Ducado de Saboya, 21 de agosto, 1567 – Lyon, Francia, 28 de diciembre, 1622), además patrono de periodistas, reporteros y escritores. San Francisco de Sales pensó un proyecto de santidad sostenido en la práctica de la amabilidad, la alegría y la sencillez, espíritu cotidiano y sello de estilo de la propia vida de don Bosco, la cual queda manifiesta en cada obra de su apostolado por la juventud. La Congregación Salesiana de san Juan Bosco constituye una luz para las naciones, un camino para el alma y una guía para la niñez y la juventud.