ACAJUTLA (SONSONATE, EL SALVADOR).

Puerto de Acajutla.

Puerto en el Océano Pacífico. En dicho lugar se libró una batalla en 1524 entre españoles y pipiles, en la que Pedro de Alvarado recibió un flechazo que lo dejó cojo de por vida. Sobre el encuentro armado escribió en carta a Hernán Cortés. me partí a otro pueblo que se dice Acaxual, donde bate la mar del Sur en él, y ya que llegaba á media legua del dicho pueblo, vi los campos llenos de gente de guerra de él, con sus plumajes y divisas, y con sus armas ofensivas y defensivas, en mitad de un llano [...] y más adelante añade di vuelta sobre ellos con toda la gente, y rompimos por ellos; y fue tan grande el destrozo que en ellos hicimos, que en poco tiempo no había ninguno de todos los que salieron vivos; porque venían tan armados, que el que caía en el suelo no se podía levantar; y son sus armas coseletes de tres dedos de algodón [...] y hasta en los pies, y flechas y lanzas largas; y en cayendo, la gente de pié los mataba a todos. Éramos ciento de caballo, y ciento y cincuenta peones, y obra de cinco ó seis mil indios amigos nuestros. Posteriormente, Alvarado lo utilizó como astillero para construir algunas de las embarcaciones que llevó al Perú y, años después, las que pensaba llevar a las Islas de las Especies. Constituyó el puerto principal para el comercio de importación (vino, aceitunas, almendras, azogue y aceite) exportación (bálsamo, cacao, cebo, añil, trigo, mantas, achiote...) con Guayaquil, Perú y Acapulco, donde llegaba la flota comercial de Filipinas. Los grandes comerciantes y autoridades coloniales lo utilizaron para introducir fraudulentamente plata peruana, vino de Chile y mercurio (Hg) de Huancavelica (Perú).