AGUILAR, MANUEL

Manuel Aguilar

(1750-1819). Sacerdote, encargado de las instalaciones del que había sido Colegio de San Francisco de Borja, en Santiago de Guatemala, y causa principal de la Sublevación de San Salvador, en 1811. Nació el 26 de junio de 1750, en la ciudad de San Salvador. Hijo de Manuel de Aguilar y de León (1710-1772), e Isabel de Bustamante y Nava (1716-1780). Hermano de los sacerdotes Nicolás y Vicente Aguilar, y primo hermano de José Matías Delgado. Se graduó de Bachiller en Filosofía el 17 de febrero de 1772, en el Colegio de San Francisco de Borja, en Santiago de Guatemala. Recibió la consagración sacerdotal, el 13 de junio de 1778, en la iglesia del Convento de Santa Catalina. Desempeñó los siguientes cargos: Cura Párroco de Santa Lucía Zacatecoluca (El Salvador), Catedrático de Filosofía y Cánones en el Seminario Tridentino Nuestra Señora de la Asunción y Capellán del Convento de las Carmelitas Descalzas, en Nueva Guatemala de la Asunción. El 4 de noviembre de 1811, el Arzobispo Ramón Casaus y Torres ordenó su reclusión en el Colegio de Cristo, de la ciudad capital, por haberse negado a leer una carta pastoral, en la cual se condenaba la revuelta en México del Padre José María Hidalgo y Costilla. Allí permaneció hasta el 4 de marzo de 1813. Tal acontecimiento provocó, el día siguiente, una sublevación en San Salvador. Durante el juicio por infidencia que se le siguió a los Padres Aguilar, se acusó a Manuel de haber mantenido correspondencia con el Cura Hidalgo y Costilla. En 1814 censuró a la autoridad civil durante la homilía, por la falta de cumplimiento de la Constitución de Cádiz, y participó en la conspiración que se gestó dicho año contra las autoridades de la Intendencia de San Salvador (AGCA, A11, leg. 6926, exp. 57038). Al fracasar dicho movimiento, logró escaparse a Guatemala la noche del 2 de marzo, por lo que fue juzgado en ausencia, en San Salvador; pero él recusó al juez y nombró al Escribano Narciso Ortega para que lo defendiera. Una semana más tarde, fue reducido a prisión en el Hospital de San Pedro y trasladado al Colegio de Cristo. Pasó sus últimos años en Guatemala, en casa de María Antonia Córdoba de Brito. Testó ante el Escribano José Inocente Calderón de la Barca el 6 de febrero de 1819. Murió el 25 de mayo de 1819, en Guatemala. Fue enterrado en la Parroquia de San Sebastián. Su casa de habitación la dejó en herencia a su primo el Presbítero Juan José de Arce. Como homenaje póstumo a él y a sus hermanos, un decreto del 23 de junio de 1932 de la Asamblea Legislativa de El Salvador, ordenó que los cantones La Toma, Las Tunas, Santa Lucía, Pishishapa, Piñalitos, Los Mangos, La Florida y El Llano fueran segregados del pueblo de El Paisnal, al norte de San Salvador, y que con ellos fuera fundado el pueblo de Aguilares, que después llegó a ser villa (30/9/1946) y ciudad (25/12/1971).