ALCAYAGA Y LAMBURU, JOSÉ ANTONIO

(1771-?). Sacerdote diocesano, Doctor en Teología (1803), Bibliotecario de la Universidad de San Carlos, Diputado por Sacatepéquez a la Asamblea Nacional Constituyente de 1824, político liberal, Presidente del Congreso Federal (1830) y Vicario General del Arzobispado (2/6/1829-12/3/1830). Hijo de Pedro de Alcayaga, Relator de la Audiencia de Guatemala, y Andrea de Lamburu. Estudió en el Seminario Tridentino Nuestra Señora de la Asunción y en la Universidad de San Carlos. Fue seguidor del pensamiento político de Voltaire. Fue ordenado sacerdote el 20 de noviembre de 1802, por el Obispo Ambrosio Llano. El Presbítero José Simeón Cañas lo defendió para que pudiera alcanzar el Doctorado, sin tener que desembolsar una fuerte cantidad de dinero. Sin embargo, el Presbítero Crisanto Tejada, Fiscal Síndico de la Universidad, se quejó ante las autoridades peninsulares porque el Presidente de la Audiencia lo dispensó de dar propinas (AGCA, A13, leg. 1886, exp. 12287). También desempeñó los cargos de Catedrático de Filosofía (1803-?), Catedrático de Teología (1803-1810), Párroco de San Miguel Milpas Dueñas (Sacatepéquez), Senador, Gobernador y Vicario Eclesiástico. Fue uno de los signatarios de la Constitución de la República Federal del Centro de América. Como Diputado, fue partidario de la independencia absoluta (AGCA, B62, leg. 113, exp. 2957, fol. 6v). El 30 de julio de 1824, pidió que se decretara la prohibición de estancos de aguardiente en los pueblos de indios (AGCA, B67, leg. 95, exp. 2614). En 1829, se negó a pagar la contribución forzosa de 100 pesos que el Gobierno de Mariano Aycinena impuso a todos los curas para financiar la guerra contra el Ejército Aliado Protector de la Ley. A solicitud de Francisco Morazán, el Arzobispo Ramón Casaus y Torres lo nombró Vicario Eclesiástico, el 2 de junio de 1829 (AGCA, B83, leg. 1111, exp. 24784). El 7 de agosto de 1829, solicitó que los frailes que optaran por la secularización no fueran expulsados (AGCA, B83, leg. 1124, exp. 25486). El 5 de octubre de ese mismo año, como Gobernador del Arzobispado, publicó un Edicto nombrando a José Matías Delgado Vicario General de San Salvador. El 1 de abril de 1830, desde La Habana (Cuba), el Arzobispo Casaus y Torres ordenó que fuera sustituido como Vicario Eclesiástico por el presbítero Diego José Batres y Nájera. Ese mismo año fue comisionado para redactar un proyecto sobre el fomento de las ciencias, artes e industria (AGCA, B92, leg. 1390, exp. 32072). Descubrió minas de manganeso en San Martín Jilotepéquez (AGCA, B98, leg. 1401, exp. 32846, fol. 3).