ALMONEDA

(del árabe al-munada, el pregón). Subasta pública. Durante el período colonial, dos veces al año, para las fiestas de San Juan y de Navidad, caravanas de cargadores indígenas transportaban a Santiago de Guatemala los bienes que se pagaban en concepto de tributo, en el Corregimiento del Valle. Allí eran subastados, por lo general a precios bajos, porque Oidores, autoridades del Ayuntamiento y eclesiásticos participaban en la puja, e impedían que los comerciantes presentaran mejores ofertas. También eran subastados un buen número de oficios, esclavos, bienes de mortuales, cobro de alcabalas y diezmos, rastro y distribución de carne, suministro de vino y aceite a los conventos, carne y pan para Castillos, mercancías confiscadas... El Presidente Juan Núñez de Landecho ordenó que por cada 100 pesos de bienes subastados se pagaran 2 tostones al pregonero (AGCA, A12, leg. 1637, fol. 26788).