Vademécum Histórico Guatemalteco
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ANEXIÓN A MÉXICO (5 de enero de 1822)

Proclama de Gavino Gaínza sobre la anexión a México

Acción política por medio de la cual las provincias que integraron previamente el Reino de Guatemala pasaron a formar parte del Imperio mexicano, regido por Agustín de Iturbide. Los principales promotores de la anexión fueron el Marqués Juan José de Aycinena, Gavino Gaínza y el Síndico Pedro de Arroyave. La actitud del Marqués de Aycinena provocó el fin de la alianza que la Familia Aycinena había establecido con intelectuales independentistas, con ocasión de la elaboración del Plan Pacífico de Independencia. Estos últimos, encabezados por Pedro Molina, José Francisco Barrundia y José Francisco Córdova (Cordovita) asumieron una postura antianexionista, que promovieron con escritos en El Genio de la Libertad, así como la realización de Juntas Patrióticas y pintas en las paredes. El 23 de noviembre de 1821, Arroyave expuso que la mayor parte de las provincias se había unido a México, que ya no era necesaria la reunión del Congreso y que se debía calificar como perturbadores del Orden Público a los que se pronunciaran a favor de la República y contrarios a la anexión. A sugerencia del Marqués de Aycinena, el 30 de noviembre de 1821, Gaínza ordenó a los Ayuntamientos que, en el término de 30 días, realizaran cabildos abiertos y respondieran si estaban a favor o en contra de la anexión. El 24 de diciembre, Mariano de Aycinena pidió al Ayuntamiento declarar solemnemente la unión de Guatemala al Imperio Mexicano. Cinco días después, las autoridades edilicias juzgaron que no tenían que sujetarse al Acta de Independencia y se pronunciaron a favor de la anexión. El resultado de la votación de los Ayuntamientos acerca de la anexión fue el siguiente: 104 aceptaron la anexión, 11 votaron a favor, pero con algunas condiciones, 32 se pronunciaron a favor de todo aquello que estuviere de acuerdo con la Junta Provisional, 21 votaron porque solamente el Congreso General podía acordar la unión, 2 Ayuntamientos expresaron en sus votos no estar de acuerdo con la unión, y 67 Ayuntamientos no habían dado aún su respuesta el 5 de enero de 1822. El 2 de enero de 1822, Gaínza intentó convencer a algunos miembros de la Junta Provisional Consultiva sobre el proyecto de anexión, entre ellos a José Cecilio del Valle. Sin embargo, Valle insistió en que debía esperarse la respuesta de 67 Ayuntamientos y que éstos no tenían potestad para pronunciarse respecto a la anexión a México, sino que ésta radicaba en el pueblo que podía delegarla en sus representantes al Congreso (AGCA, B57, leg. 66, exp. 1825, fol. 2). Juan de Dios Mayorga* acusó a Mariano Gálvez de haberse aprovechado del cargo de Pro-Secretario de la Junta Provisional Consultiva* para suponer que la mayoría de sufragios estaban por la anexión y en contra de la independencia absoluta, cuando el resultado había sido todo lo contrario. El 5 de enero de 1822, a las ocho de la noche, la Junta Provisional Consultiva aprobó el Acta de Unión al Imperio Mexicano. Los votos a favor fueron los de Gavino Gaínza, el Marqués Juan José de Aycinena, Miguel de Larreynaga, Mariano de Beltranena, Manuel Antonio de Molina, Ángel María Candina, Eusebio Castillo y José Valdés. Votaron en contra José Cecilio del Valle, Antonio Rivera Cabezas, José Mariano Calderón y José Antonio Alvarado (AGCA, B57, leg. 66, exp. 1825, fol. 9). El 9 de enero de 1822, se publicó un bando prohibiendo objetar la Anexión a México, tanto por medio de palabra como por escrito, quedando suprimidas las reuniones públicas (AGCA, A122, leg. 1510, fol. 89). Los primeros en manifestarse contra la anexión a México fueron Rafael Lambur, José María Molina, José Herrarte y José María Cornejo, que lo hicieron en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios. Le siguieron los vecinos de Chiquimula quienes, el 11 de enero de 1822, celebraron un cabildo abierto en que desconocieron a las autoridades centrales de Guatemala, crearon un gobierno autónomo integrado por siete personas y decidieron unirse a México, pero en forma separada de los guatemaltecos. Para someter a los sublevados, Gaínza envió al Coronel Pedro José de Arrivillaga al mando de milicianos del Batallón Veterano de Infantería. Los ayuntamientos de Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá, León, Cartago y Comayagua se inclinaron por la anexión, pero con un propósito diferente, como fue el de romper con la elite guatemalteca que controlaba económica y políticamente a las provincias. Decisión opuesta fue la de Granada, Tegucigalpa, Santa Ana y San Miguel, que acordaron sumarse a lo que las autoridades guatemaltecas decidieran. Los vecinos de San Salvador, reunidos en Cabildo Abierto el 18 de diciembre de 1821, desconocieron la autoridad de Gaínza y proclamaron que ninguna autoridad podía derogar el artículo 2º del Acta de Independencia. Igual parecer fue el de San Vicente. En cambio, Sonsonate, San Miguel, Santa Ana, Quezaltepeque y Ateos apoyaron la anexión. El 11 de enero de 1822, el Ayuntamiento de San Salvador se declaró independiente de Guatemala e instaló una Junta de Gobierno, presidida por José Matías Delgado y Manuel José Arce. El 19 de enero de 1822, Gaínza ordenó la formación de una nueva provincia, integrada por Santa Ana y Sonsonate, pero ésta no pudo consolidarse, porque a mediados de marzo, Manuel José Arce había derrotado a tropas guatemaltecas en la Batalla de El Espinal (Ahuachapán). Enterado del revés, Gaínza ordenó la organización de un ejército integrado por 2,000 soldados, al mando del Coronel de Artillería Manuel Arzú, pero éste fue derrotado el 3 de junio de 1822 en San Salvador. Ante tal derrota, México destituyó a Gaínza y ordenó a Vicente Filísola asumir el mando y atacar y someter a San Salvador. Este último militar entró a Guatemala el 12 de junio de 1822. A finales de agosto de 1822, Iturbide disolvió el Congreso Mexicano y encarceló a los diputados José Cecilio del Valle, Marcial Zebadúa, Santiago Milla y Juan de Dios Mayorga, acusándoles de estar involucrados en una conspiración. Además no ratificó el Convenio firmado en Guatemala entre los de San Salvador y el Ejército Trigarante, declaró que no reconocería representación alguna salvadoreña y ordenó a Filísola atacar a San Salvador, si inmediatamente no se unía a México sobre la base de una entera sumisión al Gobierno imperial y sin condición alguna que pudiese contrariarlo. Ante la amenaza del ejército comandado por Filísola, las autoridades salvadoreñas enviaron a Juan Manuel Rodríguez, a Estados Unidos, para proponer un pacto de unión con dicho país. El 14 de enero de 1823, Filísola atacó San Salvador y consiguió que, el 21 de febrero, las fuerzas salvadoreñas capitularan. Sin embargo, al enterarse del contenido del Plan Casa Mata, por el cual el ejército mexicano había obligado a Iturbide a reinstalar el Congreso, decidió retornar a Guatemala. El 18 de junio de 1823, las autoridades guatemaltecas ordenaron a Filísola retirar las tropas mexicanas de América Central. Antes de irse, Filísola convocó al Congreso General, contemplado en el Acta de Independencia, para que decidiera el futuro político de la región. La Asamblea Nacional Constituyente desconoció la anexión y, el 1 de julio de 1823, ratificó la Independencia declarada el 15 de septiembre de 1821.

 

Bibliografía: Alejandro Marure, Bosquejo histórico de las revoluciones de Centro-América desde 1811 hasta 1834 (1960).

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