BARILLAS BERCIÁN, MANUEL LISANDRO

Manuel Lisandro Barillas Bercián.

(1844-1907). General, Jefe Político de Quetzaltenango y Presidente de Guatemala (6/4/1885-15/3/1886 y 15/3/1886-15/3/1892). Nació el 17 de enero de 1845, en Quetzaltenango. Sus padres fueron José María Barillas Robles y Ponciana Bercián. Cuando era joven, sus padres se lo entregaron al constructor español Francisco Sánchez para que trabajara como ayudante, lo que le permitió aprender el oficio de carpintero. Contrajo matrimonio con Encarnación Robles de León, con quien procreó a Colomba y Soledad. En marzo de 1871, en compañía de su padre se incorporó al movimiento revolucionario que había sido organizado en Occidente por Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios. El 23 de marzo de 1885, el General Barrios salió de Guatemala, acompañado de la Guardia de Honor y de otras divisiones. En Jutiapa se enteró que México enviaba 15,000 hombres a la frontera. Por ello, hizo retornar a buena parte de su ejército al mando de Manuel Lisandro Barillas, Jefe Político y Comandante de Armas de Quetzaltenango, con órdenes terminantes de abrir fuego sobre cualquier fuerza que quisiera invadir el territorio. Antes de partir le dijo: Le quedan mil quinientas armas más, y en circunstancias como la presente, se que hará lo que el deber le mande. Barrios. En abril de ese año, informado de la muerte ocurrida a Barrios en Chalchuapa (El Salvador), y de las maniobras golpistas del Ministro de la Guerra, General J. Martín Barrundia, quien había obligado a renunciar a la Presidencia al Primer Designado, Alejandro Sinibaldi, abandonó Quetzaltenango y viajó hacia la capital, llegando al Cementerio General, en el momento en que Barrios era sepultado. A su arribo, se dirigió al Ministro de la Defensa Nacional y le dijo: Vengo a tomar posesión de la presidencia por mandato de la ley, vienen conmigo 5,000 hombres, prepáreles rancho y cuartel. Esto último resultó falso. La Asamblea Legislativa Nacional nombró Presidente Provisional a Barillas, quien era Segundo Designado, cargo que asumió el 6 de abril de 1885. El 24 de agosto de ese mismo año, nombró una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la Constitución de 1879 y tener derecho a participar en elecciones presidenciales. Éstas se realizaron del 22 al 29 de noviembre de 1885 y dieron el triunfo a Barillas, quien tomó posesión el 15 de marzo de 1886. Como Presidente constitucional, derogó el Decreto de Unión Centro Americana y buscó la paz con El Salvador, Nicaragua y Costa Rica; liberó a los presos políticos, creó el Banco Agrícola Hipotecario y firmó el Tratado Montúfar-von Bergen (1887). Otros acontecimientos que tuvieron lugar durante su Gobierno fueron: firma del contrato y empréstito para la construcción del Ferrocarril del Norte (AGCA, B78, leg. 887, exp. 21544): expulsión del país del Arzobispo Ricardo Casanova y Estrada, el 3 de septiembre de 1891, por haber criticado que en las escuelas se leyera Cartas a Eugenia, que a su juicio era inmoral, y por haber denunciado en forma vigorosa los atropellos que el Gobierno estaba cometiendo contra la Iglesia Católica y por haber prohibido el ingreso de curas extranjeros al país. El 26 de junio de 1887 suspendió las garantías constitucionales y convocó una nueva Asamblea Constituyente, para incrementar a seis años el período presidencial, suprimir la Vicepresidencia y reinstaurar el sistema de Designados. Ante la ruptura del orden constitucional, el Coronel y ex-vicepresidente Vicente Castañeda se alzó en armas en Huehuetenango, pero fue hecho prisionero y fusilado en la Plaza de Chiantla (Huehuetenango), en compañía de los tenientes José Muñoz y Francisco Alonso. Durante los últimos años de su Gobierno, creó el Municipio de Barillas, en 1888, cuyo nombre recuerda la participación de dicho mandatario en la desmembración de 200 caballerías del territorio que poseían en forma comunal los indios de Santa Eulalia (Huehuetenango), en favor de propietarios individuales ladinos; se apropió de las fincas El Porvenir, La Libertad, El Pensamiento, El Tambor y Dalmacia, en la Costa Sur, así como Las Ánimas en Palajunoj; en honor de una de sus hijas, bautizo con el nombre Colomba una villa en la Costa Cuca; nombró Director de El Guatemalteco* a Agustín Gómez Carrillo para que descalificara a los medios de comunicación de oposición; y encarceló en la Isla de Flores a Pedro Molina Flores por denunciar que en sus fincas de café se pagaba a los mozos con fondos nacionales. En 1890, provocó un conflicto diplomático con Estados Unidos, al sobornar al Ministro de dicha legación, Lassinger Bond Mizner, para que permitiera apresar en el Barco Acapulco, de bandera estadounidense, al General J. Martín Barrundia, quien murió en tal ocasión en un confuso tiroteo. Invertía mensualmente 5,965.00 pesos en plumas a sueldo. Estas eran: Valero Pujol (440.00), José Leonard y Bertholet (200.00), Federico Proaño (150.00), José Joaquín Palma (150.00), Joaquín Méndez (500.00), Rubén Darío (840.00), Demetrio Viana (100.00), Adolfo Vendrell (200.00), Manuel Coronel Matus (100.00), Lorenzo Montúfar (600.00), Agustín Gómez Carrillo (100.00), José Antonio Mondujano (100.00), Ramón P. Molina (100.00), José Ernesto Zelaya (100.00), Manuel Lemus (100.00), Carlos J. Valdez (160.00), Carlos Selva (300.00), Augusto Mulet de Chambó (1,500.00) y Enrique Gómez Carrillo (125.00). Para contrarrestar la oposición generada por los medios de oposición, a raíz del asesinato del General J. Martín Barrundia, el Gobierno de Barillas compró en 1890 el Diario de Centro América y lo convirtió en el órgano oficial de divulgación; nombró Director y propietario de El Correo de la Tarde a Rubén Darío. Debido a las críticas que el periodista Manuel Arzú Saborío hizo a la puesta en circulación de gran cantidad de papel moneda, sin respaldo, lo mandó a asesinar cerca del Mesón de San Agustín, por medio de dos sicarios que sacó de La Penitenciaría. El crimen no pudo ser consumado, pues Arzú logró defenderse con un bastón, mientras gente de la calle ocurrió en su defensa. Después que los hermanos Ezeta asesinaran al Presidente Francisco Menéndez en El Salvador, Barillas les declaró la guerra e invadió El Salvador el 6 de junio de 1890, pero fracasó en su intento por deponer a las nuevas autoridades. Fue denominada Guerra del Totoposte porque la tropa llevaba para alimentarse raciones de totoposte (una especie de pan de maíz horneado). Obsequió al Embajador de España, Julio de Arellano, una lámpara de plata que había pertenecido al Obispo Francisco Marroquín. Esta fue exhibida en la exposición que se realizó en España durante el Centenario del Descubrimiento de América y salió litografiada en la Ilustración Española Americana. A sus adversarios políticos los trataba con desprecio y violencia. Por ejemplo, latigueó a Agustín Mencos Franco y a Antonio Micheo. Intentó hacer lo mismo con Manuel Urruela porque le negó 6,000 pesos. El 29 de octubre de 1887 mandó fusilar en Jutiapa a Jorge Zepeda, José Arzú Romá, Antonio Juárez y Mariano Pineda, so pretexto que estaban organizando una conspiración. El 15 de marzo de 1892, Barillas entregó el poder a José María Reina Barrios y se retiró a vivir en sus fincas del suroccidente. Al cesar en su mandato, había acumulado alrededor de ocho millones de dólares. Después de ser Alcalde de Quetzaltenango, fijó su residencia primero en Estados Unidos, país al que llegó acompañado de Pedro Bruni. De ahí se trasladó a México. En abril de 1906 organizó en México un movimiento armado contra el Gobierno de Manuel Estrada Cabrera. En represalia, el General José María Lima, cumpliendo órdenes de Estrada Cabrera, contrató a los sicarios Florencio Reyes Morales y Bernardo Mora, quienes lo asesinaron a puñaladas en la Calle del Seminario, junto a la Catedral (actual Avenida Guatemala) de la ciudad de México, el 7 de abril de 1907. El Gobierno mexicano exigió sin éxito la extradición de Lima. El Gobierno de José María Orellana ordenó la repatriación de sus restos en 1925, los que fueron sepultados en Quetzaltenango. El Presidente Miguel Ydígoras Fuentes bautizó la Quinta Zona Militar, con sede en Quetzaltenango, como Zona Militar “General Manuel Lisandro Barillas”.

Bibliografía: Gabriel Efraín Morales Castellanos, La aplicación de mandamientos durante el Gobierno de Manuel Lisandro Barillas, Trabajo de tesis (Guatemala: Escuela de Historia, USAC, 1982).