CÁCERES, ANTOLÍN
(?-1866). Maestro platero. Hijo natural de Doña Francisca Cáceres. El 15 de diciembre de 1833 fue electo Alcalde Segundo de la ciudad de Guatemala; y el 30 de octubre del año siguiente se le incorporó en la sección de literatura y arte de la Academia de Ciencias (AGCA, B80, leg. 1075, exp. 22758, fol. 2v). Su primera esposa fue Doña Mercedes Molina y procrearon a María del Carmen, Agustín, Juan Bautista, Anacleto, Alejo y Miguel (ofm); la segunda esposa fue Doña Teresa Ayala; la tercera, Doña Eugenia Lambur; y la cuarta, Doña Fermina López. En 1830 solicitó sin éxito que la Plazuela de San Francisco (en la actualidad Parque Gómez Carrillo) fuera lotificada y sus solares repartidos (AGCA, B78, leg. 713, exp. 15886). En 1839, junto con Manuel José Piñol solicitó suspender las elecciones de autoridades constitucionales y, en su lugar, que fuera de una Constituyente (AGCA, B12, leg. 214, exp. 4941, fol. 729). En 1841 hizo seis blandones de plata para la parroquia del Espíritu Santo (Quetzaltenango), los cuales llevan su troquel. En 1849 era miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Caridad del Hospital General. En 1856 consiguió en propiedad nueve manzanas de terreno de ejido situadas en el Llano de la Laguna de San Francisco (AGCA, B78, leg. 718, exp. 16207). A principios de 1860, era propietario de un huerto con árboles frutales y flores que vendió al Arzobispo Francisco de Paula García Peláez* para la construcción del Colegio Mayor de San Vicente Paúl (que posteriormente pasó a ser Escuela Normal Central para Varones, Escuela de Varones, Escuela de Medicina y, finalmente, Paraninfo Universitario). Entre 1887 y 1888, realizó una corona de espinas y una aureola, ambas piezas de oro macizo, para el Jesús Nazareno esculpido por Juan Ganuza y encarnado por el pintor Paulino Ceballos. Tales obras, hechas por encargo de Fermina Urruela de Angulo, fueron obsequiadas al Papa León XIII, quien posteriormente las donó al monasterio de carmelitas descalzas de Alba de Tormes (España). En 1848, se le encargó fundir una espada para Rafael Carrera, cuya leyenda sería grabada por Casildo España (AGCA, B116, leg. 2405, exp. 50247). Falleció el 26 de noviembre de 1866. Fue sepultado en la Iglesia de San Francisco.