Vademécum Histórico Guatemalteco
Categorías
< Todos los temas
Imprimir

CALDERÓN ÁVILA, FÉLIX

Monumento a Félix Calderón Ávila

(1887-1924). Poeta modernista. Nació en Santa Ana Malacatán o Malacatancito (Huehuetenango), el 20 de noviembre de 1887, en el hogar de Francisco Ávila y Abelina Calderón. Estudió en el Instituto Nacional de Varones de Occidente (INVO). Perteneció a la Generación de 1910 o Generación del Cometa. Trabajó en el Consulado General de Guatemala en San Francisco (California, Estados Unidos). Escribió las obras: Oros y bronces, Lira altiva (dedicada al Presidente Manuel Estrada Cabrera,1913), La voz de los Andes (1913) y Cantos de América (1914). Este último libro también fue publicado en París (Francia), por su familiar Adrián Recinos. En 1972, la Editorial José de Pineda Ibarra publicó todas sus obras, en un solo volumen. Falleció el 8 de septiembre de 1924, en Los Ángeles (California, Estados Unidos), mientras desempeñaba el cargo de Cónsul. Fue sepultado en el Cementerio General de Guatemala, junto a los restos de Antonio José de Irisarri.* Una escuela de Huehuetenango lleva su nombre.

 

Bibliografía: Juan Francisco Calderón, Datos biográficos del poeta Félix Calderón Ávila (Guatemala: Editorial “José de Pineda Ibarra”, 1972).

 

Orgullo de raza
Yo siento en mí la sangre rebelde, americana,

en pugna con la sangre del bélico español;

y creo que desciendo de sangre sevillana,

inoculada en indio, bajo la luz del sol.

 

Yo siento hábil el brazo para lanzar las flechas

–certeramente al blanco- que llevo en mi carcaj;

y añoro las espadas de caballeros -hechas

para brillar en duelos en un raro zig zag.

 

Me embriaga con sus sones la trémula montaña,

en la llanura glauca quisiera ser pastor.

Y ansío ser romántico de la gloriosa España,

al pie de una ventana: duelista y trovador.

 

¿Qué espíritu en mi extraño mi adoración despierta

para las viejas glorias del alma medieval?

¿Por qué siento el orgullo de esa raza ya muerta

que aun vibra sobre América su poema triunfal?

¿Acaso en el palacio soberbio de Palenque

–morada de cien reyes del imperio Nachàn-

Amose mi progenie…algún poeta enclenque

hijo del sol y una hija del gran Tecún Umán.

 

Tengo el altivo orgullo   de la nobleza indiana

que luchó hasta la muerte contra el conquistador

y siento la nostalgia del alma sevillana

…quisiera ser flechero, duelista y trovador.

 

Oh, raza ingratamente por la invasión deshecha!

Yo siento que en mí vive tu espíritu ancestral:

aún tengo fuerte el brazo para lanzar la flecha

y escribo mis cantares con plumas de Quetzal.

 

Tabla de contenidos