Vademécum Histórico Guatemalteco
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CASTILLO ARMAS, CARLOS

Carlos Castillo Armas saluda a John Foster Dulles, bajo la mirada del Embajador de Estados Unidos John Peurifoy. Al fondo Monseñor Mariano Rossell Arellano. Detalle del Mural “Gloriosa Victoria” de Diego Rivera.

(1914-1957). Coronel y Presidente de Guatemala (1/9/1954-4/11/1954 y 4/11/1954-26/7/1957). Nació en Santa Lucía Cotzumalguapa (Escuintla), el 4 de noviembre de 1914. Sus padres fueron Raymundo Armas y Josefina Castillo. En 1943 contrajo matrimonio con la maestra Odilia Palomo Paiz. Sus primeras letras las aprendió en La Democracia (Escuintla). Prosiguió sus estudios en la Escuela Normal, la Escuela Técnica Industrial y la Escuela Politécnica. En esta última se graduó de Subteniente de Artillería y de Infantería. También realizó el curso de Oficial de Estado Mayor en Fort Leavenworth (Kansas, Estados Unidos). Desempeñó los cargos militares siguientes: Comandante de la Unidad de Artillería del Fuerte Matamoros (1936-1937), Instructor de Artillería en el Fuerte Matamoros (1937-1942), Jefe de Artillería del Sector Atlántico (1942-1944), Primer Jefe de la Fuerza Expedicionaria para la Defensa del Sector Atlántico (1944), Instructor de Artillería del Fuerte San José (septiembre-octubre 1944), Jefe de la G-4, Jefe de la G-3, Subdirector de la Escuela Politécnica (1945-1947), Director de la Escuela Politécnica (1947-1949), Jefe de la Cuarta Zona Militar de Mazatenango. Con el grado de Capitán, participó en la defensa del Castillo de San José, el 20 de octubre de 1944. El año siguiente formó parte de la comisión que intervino en las pláticas bilaterales de Estado Mayor, entre Estados Unidos y Guatemala. En 1947, fue ascendido a Teniente Coronel de Estado Mayor. Según Carlos Paz Tejada, al enterarse del asesinato de Francisco Javier Arana, no tuvo el coraje de volver a la ciudad de Guatemala, para apoyar a las tropas que se enfrentaban a las fuerzas gubernamentales. El 5 de noviembre de 1950, junto con un grupo de 70 soldados, intentó sin éxito tomar la Base militar “La Aurora”, para derrocar al Gobierno de Juan José Arévalo. En dicho acción, cayeron en combate 15 de los alzados y uno de la base; y Castillo Armas fue dado también por muerto, pero en el Hospital Militar se constató que sólo estaba herido. Al sanar, fue encarcelado en la Penitenciaría Central con varios de los alzados. De allí, ayudado por amigos, se escapó el 11 de junio de 1951, por medio de un túnel, y se asiló en la Embajada de Colombia. Salió al destierro a Bogotá (Colombia), el 3 de julio del mismo año. Poco tiempo después retornó a América Central y se dedicó a la venta de muebles. El 31 de marzo de 1952, Castillo Armas y Miguel Ydígoras Fuentes firmaron un pacto de caballeros para superar sus diferencias, ya que Leonidas Trujillo y Anastasio Somoza García, presidentes de República Dominicana y Nicaragua, respectivamente, exigieron la unificación de todas las fuerzas antiarbencistas, para poder brindarles apoyo. En noviembre de 1952, cuando el Gobierno de Estados Unidos inició la ejecución de la Operación Pbsuccess, contra el Gobierno de Jacobo Arbenz, por recomendación de Juan Córdova Cerna, un hombre de confianza de la United Fruit Company (UFCO), la CIA escogió entre varios militares a Castillo Armas para que organizara el ejército contrarrevolucionario y la campaña radial. A criterios de sus agentes, Rufus (uno de los seudónimos de Castillo Armas) era el único con suficiente prestigio, carácter y habilidad para organizar y liderear una revolución exitosa. El 29 de octubre de 1953 le envió 15 toneladas de armas y municiones, así como un grupo de instructores militares, encabezados por Carl Studer, el ex coronel nazi Ernst Niederhaitmann y el agente de la CIA Félix Bernardín. Cerca de 400 campesinos del Oriente de Guatemala fueron entrenados en la Isla de Roatán (Honduras), por los mercenarios yanquis, que contaron con el apoyo del Mayor Enrique Trinidad Oliva. Recibía semanalmente $3,000 (tres mil dólares) para pagar a la tropa. El 23 de diciembre de 1953, políticos en el exilio que se habían organizados para luchar contra la sovietización de Guatemala, dieron a conocer sus principios, objetivos y aspiraciones políticas, en lo que se ha conocido como Plan de Tegucigalpa. El principal objetivo era luchar para que las autoridades garantizaran a los habitantes el goce de sus derechos, primordialmente los de la vida, la libertad, la igualdad y la seguridad de la persona, así como el reconocimiento y protección de la propiedad privada; además, definieron como lema la sentencia Dios, Patria, Libertad. En mayo de 1954, Estados Unidos entregó a Honduras un fuerte lote de armas y municiones, pero una parte era para el Ejército de Liberación. El 17 de junio de 1954, por la noche, el Ejército de Liberación, integrado por cerca de 300 soldados, penetró a Guatemala. El 24 de ese mes tomó la ciudad de Chiquimula e instaló un Gobierno Provisional, con el Teniente Coronel Castillo Armas a la cabeza, en su calidad de Comandante en Jefe del Ejército de Liberación. El 30 de junio, a las cuatro de la tarde, en La Vuelta del Tuno, frente al monumento erigido a la memoria del mártir José León Castillo, el mando militar del Cuartel de Zacapa, integrado por los coroneles Jorge Medina y Víctor Rodríguez, Teniente Coronel Manuel Sosa Ávila y Mayor Marco A. Juárez, firmaron un Pacto de Caballeros con el Ejército de Liberación, mediante el que desconocieron a la Junta Militar de Gobierno y aceptaron quedar bajo el mando de Castillo Armas, para combatir al comunismo. La mañana del 2 de julio de 1954, el Coronel Élfego Hernán Monzón, Presidente de la Junta Militar de Gobierno de la República de Guatemala, y el Teniente Coronel Castillo Armas, Jefe del Gobierno Provisional organizado en la ciudad de Chiquimula, convinieron en integrar una nueva Junta Militar de Gobierno, formada por Monzón, Castillo Armas, José Luis Cruz Salazar, Mauricio Dubois y Trinidad Oliva, para organizar en Guatemala un gobierno democrático y restablecer el orden y la tranquilidad pública. Acordaron asimismo el cese total de hostilidades; reconocer al Coronel Monzón como Presidente interino de la Junta; elegir un nuevo Presidente de la Junta en un lapso no mayor a los 15 días; otorgar poder a la Junta de Gobierno para derogar o suspender total o parcialmente la Constitución de la República; y causar alta en el Ejército Nacional a los miembros del Ejército de Liberación, reconociéndoles los grados militares obtenidos en la campaña para derrocar al comunismo. Castillo Armas, por su parte, se comprometió a proceder a la inmediata derogatoria de los decretos, leyes y demás disposiciones, por los cuales se había creado un Gobierno provisional en Chiquimula. Como garantes del Pacto de San Salvador, comparecieron José María Peralta, Presidente de la Asamblea Nacional Legislativa de El Salvador, en representación del Presidente de esa República Coronel Oscar Osorio; Monseñor Genaro Verolino, Nuncio Apostólico en Guatemala y El Salvador; y el Coronel Alberto Funes, Embajador de El Salvador en Guatemala. En realidad, fue el Embajador de Estados Unidos, John Peurifoy, quien realmente consiguió que los representantes del Ejército Nacional de Guatemala dejaran a un lado sus intereses particulares y aceptaran gobernar unidos con los liberacionistas. El 3 de julio de 1954, Castillo Armas arribó al Aeropuerto Nacional La Aurora, en un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Venía acompañado por el Embajador de Estados Unidos, John Peurifoy; el Nuncio Apostólico, Monseñor Verolino; el Embajador de El Salvador en Guatemala, Coronel J. Alberto Funes; y los otros miembros de la Junta Militar de Gobierno. Fue recibido por una inmensa multitud, encabezada por Monseñor Mariano Rossell Arellano y católicos anticomunistas. Ese mismo día, en cumplimiento del Pacto de San Salvador, los militares Élfego H. Monzón, Carlos Castillo Armas, José Luis Cruz Salazar, Mauricio Dubois y Enrique Trinidad Oliva tomaron posesión y nombraron a su Gabinete de Gobierno. Estaba integrado por Carlos Salazar Gatica, en Relaciones Exteriores; Enrique Close de León, en Defensa; Jorge Adán Serrano, en Gobernación y Justicia; Raúl Reyna Rosal, en Hacienda y Crédito Público; Martín Prado Vélez, en Comunicaciones y Obras Públicas; Carlos Sosa Barillas, en Salud Pública y Asistencia Social; Ariel Rivera Siliézar, en Agricultura; Héctor Goicolea Villacorta, en Economía y Trabajo; y Miguel Asturias Quiñónez, en Educación. El Secretario General de la Junta de Gobierno fue Rodrigo Robles Chinchilla y el Secretario Privado de la Junta de Gobierno, Luis Coronado Lira. Eufórica por el triunfo, Bettu Jane, esposa del Embajador Peurifoy, compuso un jingle que fue publicado en El Imparcial y en la revista Time. La nueva Junta Militar sólo gobernó cuatro días, durante los cuales derogó varias disposiciones de la Constitución de 1945 (3/7/1954), asignó el 2% del Presupuesto General de Gastos de la Nación a la Universidad de San Carlos (3/7/1954) y decretó la intervención de los bienes de dirigentes y autoridades revolucionarios (5/7/1954). El 7 de julio, en cumplimiento del Pacto de San Salvador, la Junta Militar de Gobierno eligió como nuevo Jefe de la Junta Militar a Castillo Armas. Además, durante esa misma reunión, Cruz Salazar y Dubois renunciaron y aceptaron cargos diplomáticos. La nueva Junta Militar derogó otros artículos de la Constitución de 1945; dejó en suspenso algunos artículos del Código de Trabajo, referentes a la protección de los empleados públicos para que no fueran despedidos injustamente; creó el Comité Nacional de Defensa Contra el Comunismo (18/7/1954); suspendió la Ley de Escalafón del Magisterio Nacional (16/7/1954); recuperó tierras de fincas nacionales que habían sido repartidas (19/7/1954); derogó la Ley de Reforma Agraria, más conocida como Decreto 900 y aprobó el Estatuto Agrario (26/7/1954); suprimió las organizaciones políticas, sindicales y culturales acusadas de relación con el comunismo (10/8/1954), entre ellas la Central Nacional del Campo (CNC), la Federación Sindical de Guatemala (FSG), el Sindicato de Trabajadores de la Educación (STEG) y el Sindicato de Trabajadores de la UFCO; emitió  la Ley Preventiva Penal contra el Comunismo (26/8/1954); restringió la autonomía de entidades autónomas, con excepción de la Universidad de San Carlos; puso en vigor el Estatuto Político de la República de Guatemala (10/10/1954); y creó la Dirección General de Seguridad (22/11/1954). El Comité Nacional de Defensa contra el Comunismo elaboró una lista de miles de sindicalistas y simpatizantes del Gobierno de Jacobo Arbenz. Según El Imparcial del 20 de noviembre de 1954, entre julio y noviembre de 1954, el listado negro contenía el nombre de alrededor de 72,000 personas. Funcionó durante 18 meses, ya que el 22 de noviembre de 1956 fue transformado en Dirección General de Seguridad, mediante el Decreto 553. Con el nuevo gobierno, regresó el jefe de la policía secreta de Ubico, José Bernabé Linares, que había venido trabajando en la clandestinidad como espía (oreja) del Ejército de Liberación. Durante los primeros meses que siguieron a la caída de Arbenz, cerca de 5,000 personas fueron asesinadas; 12,000, arrestadas; 175 empleados del Hospital General, despedidos; 2,236 docentes, destituidos; 15,000 trabajadores de la Dirección de Obras Públicas y de la Dirección General de Caminos, cesanteados; 533 organizaciones sindicales, clausuradas; y alrededor de 2,000 dirigentes sindicales y políticos se asilaron. Una de los principales asesinatos cometidos por los liberacionistas fue el de Alaric Bennet, líder sindical de la Sociedad de Auxilio Mutuo Ferrocarrilero (SAMF), quien había sido diputado durante el Gobierno de Arbenz. Sin embargo, permitió que Jacobo Arbenz y varios cientos de guatemaltecos salieran al exilio. En octubre de 1954, el Sindicato General de Marinos de los Países Bajos presentó una queja ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre 45 dirigentes sindicales de la United Fruit Company (UFCO), detenidos ilegalmente y fusilados. El Gobierno de Castillo Armas expulsó de Guatemala a la educadora española María Solá de Sellarés, Directora del Instituto Normal Central de Señoritas Belem, quien había promovido la enseñanza y organización del teatro, el ballet y la música coral; además, suprimió la Revista Alegría y la Revista Guatemala. El primer problema político-militar de trascendencia que tuvo que afrontar la Junta Militar de Gobierno fue la rebelión de los cadetes de la Escuela Politécnica. Se inició el 2 de agosto de 1954, a la 1:30 de la madrugada, cuando la Compañía de Caballeros Cadetes de la Escuela Politécnica, encabezada por su abanderado, Sargento Segundo Jorge Luis Araneda, inició un ataque armado contra el Ejército de Liberación. Tal acción armada fue motivada en primer lugar por el severo castigo que el Director de la Escuela Politécnica, Coronel Jorge Medina Coronado, infringió a los cadetes por haber permitido que miembros del Ejército de Liberación los pusiera en ridículo, durante el arribo de Carlos Castillo Armas al Aeropuerto Nacional La Aurora, al romperles la formación y dejar aislados de la compañía al abanderado del pabellón nacional y sus escoltas, lo que obligó al Comandante de la Compañía a ordenar formación con bayoneta calada para poder reintegrarlos; en segundo lugar, por la humillación que algunos cadetes sufrieron el 31 de julio de 1954, en el prostíbulo “El Hoyito” por integrantes del Ejército de Liberación, entre quienes estaban los que operaban la radio clandestina; y finalmente, por haber sido los cadetes obligados a desfilar junto con las tropas del Ejército de Liberación, para celebrar el Día de la Unidad Nacional del Ejército, el 1 de agosto de 1954, acto organizado por el Ministro de la Defensa, Coronel Enrique Close de León. A las 3:30, 134 cadetes, con el apoyo de cerca de 60 soldados, atacaron el cuartel general de los liberacionistas, ubicado en el edificio en construcción del Hospital Roosevelt, donde estaban acantonados 1,200 efectivos. El levantamiento de los cadetes contó con las simpatías y el apoyo de la Base Militar La Aurora y la Brigada Guardia de Honor, así como de la Fuerza Aérea, que envió dos aviones E-51 y expulsó del país al P-47, piloteado por el mercenario norteamericano y agente encubierto de la CIA, Fred Jerry Delarme, que estaba atacando a los cadetes. Los cadetes consiguieron que el Ejército de Liberación se rindiera a las 18:30. Después de desarmarlos, obligaron a sus integrantes marchar por las calles de la capital con las manos en la cabeza, hasta llegar a la Estación del Ferrocarril, donde les hicieron abordar un tren que los llevó de regreso hacia Zacapa. Durante la acción, cayeron en combate el abanderado de la Compañía, José Luis Araneda Castillo, Luis Antonio Bosch Castro y Carlos Enrique Hurtarte, así como el soldado Lázaro Yucuté. Después de haber derrotado al Ejército de Liberación, los cadetes aceptaron la mediación del arzobispo de Guatemala y Capellán de la Escuela Politécnica, Monseñor Rossell Arellano, para deponer las armas, pues les garantizó que no habría represalias. Sin embargo, la Junta Militar de Gobierno no cumplió lo acordado y mandó al Mayor Carlos Arana Osorio a encarcelar a los alzados. Castillo Armas dispuso, además, la expulsión de los más comprometidos, los cadetes de penúltimo año que era donde estaban el abanderado y los galonistas; clausuró la Escuela Politécnica; y envió becados al extranjero para que concluyeran sus estudios a los cadetes del último año, que no habían participado en el combate. El 1 de septiembre de 1954, por decisión de sus integrantes, la Junta Militar de Gobierno concentró todo el poder en Castillo Armas, como Presidente de facto. El 10 de octubre de 1954, se realizó un plebiscito, en que se preguntó a la población en forma oral si aceptaba o no como presidente de la República a Carlos Castillo Armas. 485,699 votaron a favor y sólo 400 en contra. También fueron elegidos diputados para una nueva Asamblea Nacional Constituyente. La nueva Asamblea Nacional Constituyente inició sus actividades el 30 de octubre y el 4 de noviembre declaró a Carlos Castillo Armas Presidente Constitucional de Guatemala, para un período que debería terminar el 15 de marzo de 1960. Después de más de un año de trabajo, el 2 de febrero de 1956, promulgó la nueva Constitución Política de Guatemala, para entrara en vigor el 1º de marzo. Una vez que, en elecciones hechas en forma oral, Castillo Armas fue electo Presidente Constitucional, el Gobierno de Eisenhower lo invitó a realizar una visita oficial a Estados Unidos. Durante la gira, la Universidad de Columbia (Nueva York) le otorgó un Doctorado Honoris Causa; Washington concedió becas a oficiales guatemaltecos para que realizaran estudios en Fort Leavenworth y en el Canal de Panamá, equipó al Ejército de Guatemala con armamento y aviones nuevos, y otorgó al Gobierno de Guatemala $46,000,000 en ayuda económica. El Gobierno de Castillo Armas finalizó la construcción de la Carretera al Atlántico, bajo la dirección del Ingeniero Juan Luis Lizarralde; dotó de propiedades al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS); nacionalizó los puertos de Champerico y San José; construyó el primer “trébol” vial en la ciudad de Guatemala, en la intersección de la Avenida Bolívar y el Boulevard Liberación, bajo la dirección de los Ingenieros Martín Prado Vélez y Julio Obiols Gómez; y tendió el puente de la Ciudad de los Deportes, para facilitar la comunicación entre la 12 avenida de la zona 5 y la 7ª Avenida de la Zona 4. También continuó los otros dos proyectos del Gobierno de Jacobo Arbenz: un nuevo puerto marítimo cerca de Puerto Barrios y la Hidroeléctrica Jurún Marinalá. A finales de 1954, Castillo Armas incrementó el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado a Q.6,200,000, de los cuales asignó Q, 1,500,000 (24.19%) para “indemnizar” a los principales dirigentes liberacionistas. A principios de 1957, el Gobierno de Castillo Armas fue señalado de corrupto, lo que provocó acciones oficiales represivas. La noche del 26 de julio de 1957, mientras se dirigía al comedor de la Casa Presidencial, Castillo Armas fue asesinado. El Gobierno informó que el soldado Romeo Sánchez Vásquez había matado al Presidente y, acto seguido, se había suicidado. Días después se informó que se había encontrado el Diario de Vásquez Sánchez con el cual se comprobaba su ideología comunista y el fanatismo del soldado, pero dicha versión del crimen y del diario nunca fue aceptada por la opinión pública. Según otra versión, el magnicidio fue planificado por Johnny Abbes García, Agregado militar de República Dominicana en Guatemala, y Enrique Trinidad Oliva, Jefe de Seguridad de la Casa Presidencial. Tony Raful, dominicano, historiador, periodista y Presidente del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), en su libro La rapsodia del crimen. Trujillo vs Castillo Armas (Grijalbo, 2017) sostiene que Rafael Leonidas Trujillo lo mandó asesinar, pues después de haberle ayudado a preparar el golpe con dinero y armas, rechazó entregarle al General Miguel Ángel Ramírez Alcántara, quien había organizado una invasión antitrujillista que fracasó, que lo invitara a Guatemala y que lo condecorara con la Orden del Quetzal. Señala que el asesinato fue organizado por Johnny Abbes García, quien contó con la ayuda de la guatemalteca Gloria Bolaños, quien había sido reina de belleza y era amante de Castillo Armas.

 

Bibliografía: Piero Gleijeses, Shattered Hope, The Guatemalan Revolution and the United States (Princeton University Press, 1991).

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