CASTILLO DE SAN RAFAEL DE MATAMOROS
Cuartel Matamoros.
Fortificación militar, situada en el camino real hacia el Atlántico. Fue construido por el Arquitecto José María Cervantes, en un terreno que había sido comprado a José León Pineda en 1852. Fue inaugurado el 24 de octubre de 1858. Para dicho acto, la imagen de San Rafael Arcángel, del Templo de la Concepción, fue sacada en hombros de jefes y oficiales, para conducirla al edificio que, desde entonces, se llamó Castillo de San Rafael de Matamoros, en honor a su fundador, el Presidente Rafael Carrera. En abril de 1920, durante la Semana Trágica, el fuerte fue atacado por las milicias unionistas. Para evitar el derramamiento de sangre, su comandante, el Coronel Miguel López, lo entregó a los sublevados, pero ello no impidió que dicho militar fuera linchado en la Plaza de Armas. El 20 de octubre de 1944, el cuartel fue bombardeado por la artillería de la Guardia de Honor, lo que ocasionó la destrucción del ala sur del fuerte. El 1 de julio de 1945, el Alto Mando del Ejército lo convirtió en el Cuartel General de la institución, con el nombre de Justo Rufino Barrios. El 24 de junio de 2010, mediante el Acuerdo 129-2010, se autorizó que parte de sus instalaciones fueran usadas para recluir a prisioneros de alto impacto. El 24 de agosto de 2015, el Ministerio de Gobernación por medio del Acuerdo 484-2015 modificó el Acuerdo 129-2010, a fin de que dicho centro sirviera para el cumplimiento de penas de prisión de reclusos y reclusas, que se encuentren en prisión preventiva y que por su condición representen eminente riesgo de que se atente contra su vida e integridad personal o de otras circunstancias análogas determinadas por el Ministerio Público (MP) y Juez Competente. En sus instalaciones han estado entre otros prisioneros Alfonso Portillo Cabrera, Otto Fernando Pérez Molina, Ingrid Roxana Baldetti Elías, Jairo Estuardo Orellana Morales, Waldemar Lorenzana Lima (el Patriarca), Waldemar Lorenzana Cordón, Byron Lima… Bibliografía: Manuel Rubio Sánchez, Historia del Fuerte de San Rafael de Matamoros, Guatemala: Editorial “José de Pineda Ibarra” (1982).