Vademécum Histórico Guatemalteco
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CASTILLO, FLORENCIO DEL

Florencio del Castillo

(1778-1834). Sacerdote secular y Vicerrector del Colegio Seminario de San Ramón y Diputado de Costa Rica ante las Cortes de Cádiz. Nació en Ujarrás (Cartago, Costa Rica), el 17 de octubre de 1778. Estudió en el Colegio Seminario de San Ramón (León, Nicaragua), donde se graduó de Bachiller. Sobre su examen de graduación, la Gazeta de Guatemala apuntó el 20 de junio de 1802: Acordándonos de esta negra nota (haber llamado Noruega de la literatura a Nicaragua, en 1797) damos lugar en nuestro periódico a la siguiente tarja que de la ciudad de León se ha remitido a ésta para imprimirse, como se acaba de hacer en castellano con las correspondientes licencias. Por ello se juzgará o que Nicaragua no estaba tan en tinieblas, o que después de cinco años le ha entrado su competente Crepúsculo de luz. Bajo la dirección del catedrático de Cánones, Francisco Ayerdi, el examen versó sobre las conclusiones que ofrecen los Cánones comprendidos en el Código que vertió Dionisio Exigno, y las que dan los aumentos del código griego, hasta los Cánones del Séptimo Concilio General de la Iglesia Romana, dando el sustentante razón de los colectores, autoridad y tiempo en que se hicieron los códices de que usó la Iglesia en los primeros ocho siglos, y las demás cosas que conduzcan a su perfecta inteligencia. Recibió la consagración sacerdotal en 1802. Fue profesor de Geometría y Filosofía. Ocupó los cargos de Examinador Sinodal y Vicerrector. En octubre de 1810 fue electo diputado, en representación de Costa Rica ante las Cortes de Cádiz. Llegó a Cádiz el 29 de junio de 1811. En ellas defendió la igualdad en la representación política de España y América; atacó los privilegios; sostuvo que las diferencias entre los hombres se deben a la educación y no a la naturaleza; propuso la abolición de las mitas o mandamientos, y el servicio que los indígenas habían venido prestando a curas y funcionarios públicos; acuerpó la propuesta de suprimir el Tribunal de la Inquisición; solicitó que se repartieran tierras a los indios casados y que se otorgara a los indígenas la cuarta parte de las becas de los colegios seminarios; insistió en la necesidad de abolir la esclavitud y otorgar derechos de ciudadanía a los negros y castas; gestionó la formación de una nueva Audiencia, la cual debía estar integrada por las Provincias de Comayagua, Nicaragua y Costa Rica. En 1814 logró que las Cortes de Cádiz otorgaran el rango de Puerto Mayor a Puntarenas. Disueltas las Cortes de Cádiz, pasó a México, donde fue elevado a Canónigo de la Iglesia de Oaxaca y miembro de la Junta Directiva de estudios para la Cátedra de Derecho Público. Además, formó parte del Cuerpo Académico del Instituto de Ciencias y Artes del Estado. Murió el 26 de noviembre de 1834, siendo Gobernador de la diócesis de Oaxaca (México). Sus restos fueron repatriados el 27 de octubre de 1971. La Asamblea Legislativa de Costa Rica lo declaró Benemérito de la Patria, mediante el acuerdo 1196 del 23 de marzo de 1972. Bibliografía: Manuel Benavides, “El presbítero Florencio Castillo. Visión de las Cortes de Cádiz desde una provincia periférica”, Boletín AFEHC N° 52.

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