BAILE DE GIGANTES

Danza tradicional traída por los primeros conquistadores. Su origen se remonta a la Fiesta de San Fermín, en Pamplona (Navarra). Debajo de una armazón de varios metros, va el danzador que mira por un orificio hecho a la altura del ombligo. En un principio, los gigantes blancos representaban al rey y la reina; y los negros a esclavos. Con el paso del tiempo, dichas figuras representaban a personajes populares de la región. Acompañaba en especial la Procesión del Santísimo durante la Fiesta del Corpus. Según Domingo Juarros, dicho acompañamiento también era parte del Rezado de la Virgen de Concepción. El 26 de marzo de 1824, Pablo Alvarado Bonilla propuso prohibir, durante la celebración del Corpus y otras fiestas, las realización del Baile de Gigantes y otras danzas, a las que calificó de ridículas (AGCA, B62, leg. 92, exp. 2461, fol. 9).