Vademécum Histórico Guatemalteco
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BALLADARES o VALLADARES, JOSEF o JOSÉ

“Apoteosis de la Orden Mercedaria” (c 1759). Pintura de Josef o José de Balladares o Valladares. Sacristía de la Iglesia de La Merced. Nueva Guatemala de la Asunción.

(c 1710-1775). Pintor y grabador. Antonio Gallo considera que fue discípulo de Tomás de Merlo y que fue quien terminó, en febrero de 1740, los dos lienzos que dejó inconclusos, al fallecer en 1739. Pinturas suyas firmadas son: San Juan Nepomuceno (Sacristía Iglesia de Santa Teresa, ciudad capital); Fray Juan Bautista Álvarez de Toledo (medallón en Templo de La Merced, ciudad capital); y Apoteosis de la Orden Mercedaria (6.28 x 5.80 metros), realizado en 1759 con base en la alegoría Fons Salutis para la Sacristía del Templo de La Merced, en Santiago de Guatemala. Este último lienzo sufrió daños durante el Terremoto de Santa Marta. En 1813, al ser colocado en la Sacristía de la Iglesia La Merced, en Nueva Guatemala de la Asunción, el Maestro Juan José Rosales le agregó la parte inferior. Es considera la pintura colonial de mayor tamaño que se conserva en la actualidad. Consta de más de 40 figuras humanas, algunos de ellos introducidos por Rosales, como es el caso del Prior Miguel Martínez Alpírez. Fue retocada en 1981 por Ingsmand Hummelen, con la colaboración de Renée Peyre de Quadra, Claire de Lara, Caroll de Herrera, Cristina de Bailey y Miriam R. de Castañeda. Los bastidores fueron confeccionados por el Maestro Carpintero Ricardo Alvarado. Se le atribuyen también las pinturas siguientes: Coro de Ángeles con San Pedro Nolasco, La Huida a Egipto, La Muerte de San José, los 14 Cuadros del Vía Crucis (40 x 50 cms) y El Apostolado (1.12 x 1.90 metros cada uno) de 1756. En un artículo de La Semana Católica (VI, Nº 262, 5 de junio de 1897) se señala como suyos dos lienzos en la Iglesia de Santa Catalina (se desconoce su paradero). También se han encontrado pinturas suyas en Honduras y Chiapas. Sus grabados principales son: Descripción de las Reales Fiestas por la elección de Fernando VII (1747); El Dolor Rey para las exequias de la Reina María Bárbara de Portugal (1759); Sentimiento de nuestro católico monarca el Señor Don Fernando VI (1760); En la sensible muerte de Na. Reina y Señora Doña María Bárbara de Portugal. Pompa fúnebre que a la memoria de esta heroína dispuso en Guatemala el Sr. Manuel Díaz Freyle del Consejo de Su Majestad, su Oidor y Alcalde de Corte; Tristes endechas, que  para llorar tan temprana desgracia compuso el P. Manuel Mariano de Uturriaga de la Compañía de Jesús; Simbólica oliva de paz (1760); y Exequias de la Reina Isabel de Farnesio (1767). Se le atribuye el grabado Reina María Amalia de Sajonia (1763). Durante las exequias de María Bárbara, el Presbítero Juan José González Batres* fue el que pronunció Declamatio in funebre divinissimae et augustissimae Mariae Barbarae de Portugal. Francisco de Paula García Peláez describe el grabado que aparece en el impreso en los términos siguientes: Es de un cuerpo de 6 columnas, 4 en los lados y 2 en el centro: estas dos están algún tanto levantadas sobre el asiento común; su arquitrabe cubre el túmulo y sostiene un escudo de armas separada de las laterales que están a nivel, las cuales llevan por un extremo una maceta con su perilla y por el otro cargan la cúpula, que igualmente descansa con algún intervalo sobre el arquitrabe y columna del medio, y se eleva proporcionalmente, dice la relación, a llenar la altura de la nave principal del templo. La pira está asentada sobre un entablamento que sirve a toda ella, circunvalado de baranda en contorno, a que se sube por gradas bellamente resguardadas de pasamano y su remate de columnas en el pavimento. Este diseño no está tomado del orden gótico antiguo ni moderno en otro tiempo, empleado entonces en altares y portadas de muchos cuerpos, recargados de adorno. Poco antes se había seguido el orden toscano en la fábrica de los templos de la Escuela de Cristo, Capuchinas y parte de la Merced; y ahora el ingenio de Valladares aspira al corintio y aun al compuesto; y aunque no lo ha conseguido, empleando en las columnas pedestales con boceles sin basa ática, flores irregulares en los capiteles, volutas sin disminución en el círculo y cornisas sin oblicuidad; sin embargo, su artificio denota un esfuerzo de talento de este profesor, que sobreponiéndose a los conocimientos de su tiempo, hace impulso a otros superiores y venciendo los obstáculos que oponen tal empresa, realiza el tránsito a una nueva época y lleva la gloria de presentar los primeros rudimentos. El libro Exequias de la Reina Isabel de Farnesio está ilustrado con 40 pequeños grabados. También elaboró un buen número de láminas para tarjas universitarias. El 27 de junio de 1766 se comprometió a realizar un retrato de Carlos III para la Sala del Tribunal de la Real Audiencia, por valor de 10 pesos. Francisco de Paula García Peláez señala en el tomo II de sus Memorias para el Antiguo Reyno de Guatemala que dos hijas suyas se dedicaron a la pintura. Falleció en Santiago de Guatemala, en 1775. Su estilo artístico transitó del romanticismo al neoclásico. Bibliografía: Antonio Gallo, José Balladares (1981).

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