Vademécum Histórico Guatemalteco
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BEATERIO DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, BEATAS INDIAS o COLEGIO DE SANTA ROSA

Instituto religioso para mujeres indígenas. Alrededor de 1550, con base en el modelo de ciertas instituciones religiosas que funcionaban en México, los frailes dominicos fundaron Casas del Rosario en Santiago de Guatemala y en algunos pueblos de indios. En ellas, las niñas vestían a la española y pasaban el día ocupadas en tareas y rezos. De tales casas sólo perduró la de Santiago de Guatemala, gracias al aporte monetario de una dama piadosa llamada María Gómez. En 1580 fue puesta bajo la advocación de Santa Catarina de Sena; posteriormente, en 1671, fue colocada bajo la protección de Santa Rosa de Lima, quien acababa de ser canonizada y elevada a los altares. En dicho beaterio vivía un buen número de indias, las que sólo salían para oír misa en la Iglesia de Santo Domingo. En el trayecto cargaban, en forma procesional, una imagen de la Virgen, y cantaban el miserere. El 20 de febrero de 1760 elaboró un informe sobre el Beaterio de Indias de Nuestra Señora del Rosario que había sufrido un incendio (AGCA, A123, leg. 4627, fol. 265v). El 24 de diciembre de 1766, la Corona le concedió 500 pesos de renta, la que junto con limosnas sirvieron para finalizar la construcción de 23 celdas y el inicio de la edificación del templo, con base en planos hechos por Luis Díez de Navarro (AGCA, A11, leg. 109, exp. 2356, fol. 35). En 1766, dicho centro, además de atender la formación de las beatas, tenía un internado para niñas de la nobleza guatemalteca, en el cual se enseñaba doctrina cristiana, lectura y escritura, bordado y labores domésticas. En 1771, las beatas vistieron el hábito de la Tercera Orden de Santo Domingo, tomaron los votos y guardaron clausura. En 1787 había 9 religiosas, y el hábito era de lanilla blanca con manto de burato negro (AGCA, A1, leg. 6058, exp. 53763, fol. 26). En 1791, con la anuencia del Arzobispo Juan Félix de Villegas, se establecieron dos escuelas en dicho centro: una para mulatas y otra para españolas. La primera quedó a cargo de las beatas indias; y la segunda, bajo la dirección de la española Antonia Perfecta. El 22 de mayo de 1793, el Rey mandó que el beaterio, trasladado entonces a Nueva Guatemala de la Asunción, volviera nuevamente a ser casa de enseñanza; prohibió nuevas profesiones religiosas; señaló que la edad de las niñas indígenas, al entrar, debía estar comprendida entre los 7 y 12 años, y que era necesario que éstas permanecieran en el colegio hasta la edad de 20 ó 22; además, el colegio debía estar sujeto al Obispo. En Nueva Guatemala de la Asunción, Bernardo Ramírez construyó la iglesia y el edificio en el que se albergó dicho beaterio. En 1795, a petición de los vecinos de los barrios de La Ermita y San Sebastián, la escuela para doncellas españolas fue trasladada al edificio anteriormente ocupado por las religiosas de Santa Clara; ahí empezó a funcionar en forma independiente, como internado de niñas, bajo el nombre de Colegio de la Visitación de Nuestra Señora. En el antiguo Beaterio sólo quedaron el Colegio de Matronas y la escuela para indias y mulatas, siendo su Priora Manuela Guzmán. En 1800 tenía 22 fundaciones que representaban un capital de 33,971 pesos; dotes por valor de 25,800 pesos; y alquileres por valor de 480 pesos anuales. En 1818, la Priora era Sor María Trinidad Camino. Durante el Gobierno de Mariano Gálvez, Beatas de Indias se convirtió en una escuela para niñas indígenas, costeada por los Departamentos y municipalidades del país.

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