Vademécum Histórico Guatemalteco
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BETANZOS, DOMINGO DE

Domingo de  Betanzos

(1480?-1549). Primer Provincial de los dominicos en México e ideólogo difamador de los indígenas. Nació en León (España). Se graduó de Licenciado en Derecho Civil, en la Universidad de Salamanca (España). Llegó a La Española en 1514. Durante sus primeros años en La Española, apoyó a fray Pedro de Córdoba en la defensa de los indígenas. En 1526, se trasladó a Nueva España. Pasó por Guatemala en 1529 y retornó a México, en febrero de 1530. Comunicó directamente al Papa Clemente VII sus convicciones sobre la naturaleza bestial de los indígenas y que, estando tan enraizado el demonio en ellos, el juicio divino los castigaba a la total desaparición. En 1531, la Reina Juana I, apodada La Loca, lo propuso ante la Santa Sede como Obispo de Guatemala, cargo que no aceptó y sugirió al Cura Francisco Marroquín para dicho puesto. En 1532 y 1534 presentó sendos Memoriales ante el Consejo de Indias sobre la incapacidad política de los indios de la Nueva España y su deficiencia espiritual para recibir la fe. Los tildó de bestias o casi bestias. Durante la audiencia que le concedió el Papa Clemente VII le obsequió dos tocados (mitras) de sacerdotes mexicas, uno hecho de pluma y otro de turquesas y esmeraldas; algunas piezas de pluma del ropaje sacerdotal indiano, y algunas navajas de sacrificios. Debido a su Memorial de 1532, el Consejo de Indias autorizó el año siguiente el hierro de esclavos para Guatemala. Según Fray Bernardino de Minaya, Betanzos sostuvo en 1532 ante el Consejo de Indias que los indios eran incapaces de la fe y que en cinco años se habían de acabar y que aunque el Emperador y Papa con todos sus poderes ni la Virgen con toda la corte celestial entendiesen en su remedio no eran bastantes porque eran docti in reprobum sensum in consilio sanctissimae trinitatae perpetuo in acta peccata sua. Retornó a México a finales de febrero de 1535. Defendió la perpetuidad de las encomiendas, ya que cada uno de estos nuevos señores de vasallos (de horca y cuchillo, según los calificaba el documento franciscano de 1526), trabajará de guardar y conservar sus indios. Sostuvo asimismo que haciéndose el reparto perpetuo de las encomiendas, de modo que sean bienes como de mayorazgo, no hay necesidad de poner leyes a los indios ni poner visitadores ni protectores ni tasa de tributos. El 6 de mayo de 1533, los franciscanos de la Nueva España censuraron fuertemente en una carta a Betanzos por haber difamados a los naturales de México, pues se engañó y afirmó lo que no alcanzó ni supo, porque no entendió su lengua ni tuvo devoción en los doctrinar y enseñar, antes los aborreció. Es más, pidieron al rey que no retornara ninguno de los dominicos que de acá han ido a España. El sentir anti indígena de Betanzos fue también refutado por el Oidor Juan de Salmerón, la Audiencia de Nueva España y el Presidente y Obispo Sebastián Ramírez de Fuenleal. En 1538, Paulo III accedió a la petición de Betanzos de prohibir la entrada de indios y mestizos a los estudios de latín que los dominicos tenían en la ciudad de México y a que esa misma gente morara en los conventos de la orden. Para refutar a Bartolomé de las Casas, envió a Roma a fray Domingo de Minaya, portando cartas suyas en que informaban a Su Santidad lo que pensaba sobre los indígenas, así como una del Obispo de Tlaxcala, Julián Garcés, en favor de los indígenas. Solicitó a Garcés informara a Paulo III sobre la corrupción que exhibían los indígenas de la Nueva España, lo que éste no hizo. En una carta que dirigió al Virrey Antonio de Mendoza, profetizó que los indígenas se acabarían, antes de muchas edades. Fray Gerónimo de Mendieta anotó que con los indios cuasi no entendió el padre Betanzos, ni supo su lengua. De una su profecía, que los indios se habían de acabar (de que algunos hicieron mucho caso), lo que siento es que si señaló años, como se dijo, no acertó, pues los años son pasados y los indios no acabados. Con motivo de la aprobación de las Leyes Nuevas criticó a Bartolomé de las Casas escribiendo que las ovejas había vuelto cabrones, y de buen carretero echó el carro delante y los bueyes detrás. El 11 de septiembre de 1545 entregó una carta a los miembros de las tres órdenes religiosas de la Nueva España que fueron a gestionar ante el emperador la perpetuidad de las encomiendas en la que se refiere a los indígenas. El 13 de septiembre de 1549, en su lecho de muerte, se retractó de lo que había escrito sobre los indígenas: Digo yo fray Domingo de Betanzos, fraile de Santo Domingo, que porque yo muchas veces he hablado en cosas que tocaban a los indios diciendo algunos defectos de ellos y dejé en el Consejo de las Indias de su Majestad escrito y firmado de mi nombre un memorial el cual trata de los dichos defectos diciendo que eran bestias y que tenían pecados y que Dios los había sentenciado y que todos perecerían. Falleció en Valladolid (España) en septiembre de 1549. A la par de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario o Iglesia de Santo Domingo, de la ciudad de Guatemala, funciona una escuela con su nombre. Bibliografía: Carlos Sempat Assadourian, Hacia la Sublimis Deus: las discordias entre los dominicos indianos y el enfrentamiento del franciscano Padre Tastera con el Padre Betanzos. http://historiamexicana.colmex.mx/pdf/13/art_13_1869_15993.pdf

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