Vademécum Histórico Guatemalteco
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CASTILLO DE SAN FELIPE DEL GOLFO

Castillo de San Felipe del Golfo.

Fortificación militar. También fue conocida como Castillo de San Felipe de Lara, en honor de Felipe II y del Oidor Antonio de Lara y Mogrovejo. Está ubicado al noreste del Lago de Izabal, casi a la entrada de El Golfete, en la margen izquierda del Río Dulce. El Presidente Pedro de Villalobos inició su construcción en 1572. En 1586 se le añadió una torre circular. En 1595, el Presidente Francisco de Sandé informó a la Corona española que dicha fortaleza había sufrido seis ataques piratas, el último a cargo del francés Xeremías. Después de varios ataques realizados por holandeses entre 1640 y 1643, en los cuales se produjeron el robo de un fuerte cargamento de añil y algunos asesinatos, entre éstos el del fraile dominico Diego de Villamayor, y los de Sancho de Guinea y Juan Bautista de Guzmán, el Gobierno de Diego de Avendaño ordenó que aquella guarnición se reforzara con una compañía de 2,000 indios flecheros de la Verapaz; dos compañías de infantería, integradas éstas por españoles, negros y mulatos libres, de los Corregimientos de Acasaguastlán y Chiquimula de la Sierra; y con la construcción del Fuerte de Bustamante, conforme a un plano del Ingeniero José Bustamante (una trinchera con foso, parapeto y reductos, frente a los restos de la torre antigua), que fue inaugurado en 1655. Fue concluido hacia 1652 por el Presidente interino Antonio de Lara y Mogrovejo, quien le dio el nombre de Castillo de San Felipe. Estuvo resguardado por un castellano o gobernador, con el sueldo de 900 pesos anuales. En 1655 se le usó también como presidio. Para cubrir los sueldos del castellano, capellán y la guarnición de 20 milicianos, en 1665 la Corona aprobó el “situado” del castillo, consistente en 7,000 pesos al año, que debía salir de las partidas de tributos, derecho de la armada de barlovento y encomiendas vacas. En marzo de 1669 el Ingeniero Martín de Andújar visitó el castillo y la boca del río, y en su dictamen señaló: tiene por fuerza principal un cubo redondo de 10 y 12 varas de diámetro cubierto de paja y los parapetos de tabla, bien maltratados, con 7 piezas encabalgadas y otras tres en el suelo, junto al mismo cubo, con su parapeto. Indicó además que la fábrica del fuerte nuevo estaba en buena parte hecha de piedra y en paredes de vara de grueso [...] hecha según los preceptos militares [...] Su dotación es de 20 plazas, pero necesita otras veinte entre artilleros o infantes ya que dicho castillo no solo guarda Bodegas, sino las provincias de la Verapaz, Chiquimula y Acazabastlán. En marzo de 1673, acompañado del Capitán Martín de Andújar y del escribano Lorenzo de Montúfar, el Presidente de la Audiencia, General Fernando Francisco de Escobedo,* visitó el Castillo de San Felipe y ordenó mejorar el acceso al torreón y reforzar la muralla. Probablemente, ese mismo año, 1669, durante el mandato del Castellano Claudio Pérez de Lorenzana y Quiñones, por orden del Presidente Sebastián Álvarez Alfonso Rosica de Caldas, estuvo preso el fiscal de la Audiencia, Pedro Miranda y Santillán, quien murió después de siete meses de prisión. El 28 de julio de 1679, piratas que llegaron en siete piraguas se tomaron el Castillo de San Felipe, asesinaron a la hija del alférez Bartolomé Vásquez Romero y arrojaron la artillería a la laguna. Además, saquearon Bodegas y se robaron el añil y vino. Después de lo acontecido, el Sargento Mayor Diego Gómez de Ocampo, con instrucciones del Presidente Lope de Sierra Osorio, elaboró un informe acompañado de un plano, en el que se detalla las medidas de las murallas, así como la posición y número de la artillería. El 27 de abril de 1684, durante una incursión pirata, cayó en combate el Castellano Bartolomé Vásquez Romero. Los piratas, además de saquear Bodegas del Golfo, incendiaron el castillo y se llevaron seis pedreros de bronce. El año siguiente, unos corsarios unidos al Cacique Cocolén penetraron al golfo, se apoderaron de la fortificación y le prendieron fuego. El 30 de diciembre del siguiente año, Juan Zanquez, pirata holandés, remontó el río Dulce, rompió la defensa del castillo y a través del Polochic llegó hasta Tucurú, que saqueó. Al llegar a las costas centroamericanas, el Presidente Jacinto de Barrios Leal organizó en Bodegas del Golfo una gran fiesta el 28 de noviembre de 1687, pero todos quienes participaban en la misma fueron asaltados por un grupo de piratas que les obligaron a refugiarse en los montes circundantes. El Presidente perdió 200,000 pesos y los miembros de su comitiva, más de 100,000. El ingeniero militar Andrés Ortiz de Urbina inició su reconstrucción a partir del 15 de febrero de 1688. Con la ayuda de indígenas de Chinautla y Chiquimula, estructuró el castillo en forma triangular, con baluartes en sus vértices: Nuestra Señora de la Regla (Principal), Nuestra Señora de Concepción (Brocal) y San Felipe (torreón de Bustamante); dio forma semicircular al antiguo cubo redondo del Fuerte de Bustamante; y sacó del lago 18 piezas de artillería de las 22 que el enemigo había echado a pique en la laguna. En la capilla del Castillo se encontraban las imágenes de Nuestra Señora de la Regla, San Felipe, Santo Cristo de Jocoló y San Antonio de Padua. A finales del siglo XVII, en Gualán fueron construidas 16 galeras a remo para reforzar las defensas del Castillo de San Felipe. En 1743 lo visitó el Ingeniero Luis Díez Navarro y lo describió como una pequeña fortificación maltratada, de figura cuadrilonga por un lado y por el otro circular. Se incendió durante la presidencia de Alonso Fernández de Heredia (1761-1765), y sufrió los daños de un huracán en 1772. La tropa rezaba todas las noches el rosario y al romper el alba cantaba el Alabado. El 9 de octubre de 1772, tropas inglesas se apoderaron en Punta de Manabique de la embarcación de servicio entre el Castillo de San Felipe y el Puerto de Omoa (Honduras), en represalia porque se había dado asilo a tres ingleses y dos negros que se habían escapado de Belice. En 1779, las milicias acantonadas en el lugar no resistieron un ataque de piratas ingleses y, por ello, el Presidente Matías de Gálvez adoptó nuevas medidas para reforzar su defensa, lo que se consiguió, en 1785, gracias al remozamiento de los baluartes antiguos y la construcción de uno nuevo: el de San Jorge. El 15 de junio de 1780, instigada por la bella y atrayente mulata libre María de Jesús, avecindada en San Felipe, la tropa se amotinó contra el Castellano Vicente Soto. En 1819, el Presidente de la Audiencia, Carlos Urrutia, prohibió el comercio ultramarino por las rutas de los ríos Dulce y Motagua, y trasladó a los milicianos a las plazas de Omoa y Trujillo, en Honduras (AGCA, A12, leg. 2193, exp. 15745, fol. 48). El Presidente Gavino Gainza,* a petición del Ayuntamiento de Nueva Guatemala de la Asunción y Consulado de Comercio, volvió a rehabilitarlo. En 1820 su comandante era el Coronel garífuna Pedro Gregorio. El 16 de diciembre de 1823, el Gobierno Federal contrató los servicios de Miguel Rivera Maestre, para que levantara un plano de las obras que debían construirse o repararse del Castillo, en vista que los ingleses pretendían apoderarse del Golfo (AGCA, B118, leg.2486, exp. 54958). Durante mucho tiempo, el Castillo de San Felipe se mantuvo en abandono, hasta que se nombró al Doctor János de Szécsy para que lo reconstruyera. Sin embargo, sólo pudo iniciar la obra, pues murió el 24 de mayo de 1956, en un accidente aéreo, en el cerro Raxón de la Sierra de Las Minas. La reconstrucción fue concluida por Francisco Ferrús Roig, quien levantó nuevamente los baluartes con sus troneras, el foso, el puente levadizo, la capilla, el pañol de pólvora, la despensa y la cocina; en Puerto Barrios, Lívingston y Fuerte de Matamoros, recuperó 24 piezas de artillería; y montó un pequeño museo en el que se exhibe cerámica y piezas de hierro (clavos, bisagras, cerrojos, proyectiles). Se tomó la libertad de incorporar la Torre del Caballero, un elemento arquitectónico que nunca existió. El sismo del 11 de julio de 1999, dañó su estructura. Fue restaurado por el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT). Bibliografía: Mariana Rodríguez del Valle, “El Castillo de San Felipe del Golfo Dulce”, Anuario de Estudios Hispano-Americanos, 17: 33-48 (Sevilla, 1960). Francisco Ferrús Roig, El Castillo de San Felipe del Golfo Dulce, años 1651-1700.

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