Vademécum Histórico Guatemalteco
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ARCE, MANUEL JOSÉ

Manuel José Arce

(1786-1847). Político liberal, General y Primer Presidente de la Federación de Centro América (1825-1829). Nació en San Salvador (El Salvador), el 1 de enero de 1786, en el hogar de Bernardo José de Arce y León, primo hermano del Presbítero José Matías Delgado, y Antonia Fagoaga y Aguiar de Arce, hija de Diego Fagoaga y Rita Aguiar Santa Coloma. Entre sus antepasados se encuentra Sancho de Barahona (el Viejo). Estudió el bachillerato en el Colegio San Francisco de Borja e inició estudios de medicina en la Universidad de San Carlos. Contrajo matrimonio con María Felipa Aranzamendi y Aguilar, hija de Manuel Aranzamendi y León, y María Palomo y Aguilar. Con ella procreó 11 hijos: Bernardo Manuel, Salvador, Jacinta, Juana, Isabel, Clara, José María, Bernardo, Teresa, Delfina y Ana. Fue propietario en la Alcaldía Mayor de San Salvador de las siguientes haciendas: Ichanquezo (24 caballerías), San Lucas (63 caballerías) y San Diego (15 caballerías). Las dos últimas en Suchitoto. También fue propietario de la Hacienda San Lucas, en Opico, con 80 caballerías. Durante la Sublevación de San Salvador del 5 de noviembre de 1811, Arce se dirigió a los que habían llegado a la Plaza de Armas y les propuso deponer a las autoridades reales y sustituir a los miembros del Ayuntamiento de San Salvador. Tres días después,  llamó a la cordura y a la calma. A pesar de ello, fue hecho prisionero y encarcelado con otros patriotas, por tropas llegadas de Guatemala. Durante la Sublevación de San Salvador, del 24 de noviembre de 1814, junto con Manuel Aguilar, Juan Manuel Rodríguez y Domingo Antonio de Lara, formó parte de una Comisión de Notables que logró que el Intendente Domingo Peynado los recibiera, escuchara y dejara en libertad a los Alcaldes de Barrios. Luego, los “notables” consiguieron que un buen número de alzados depusiera las armas y retornara a sus casas. A pesar de ello, se le acusó de conspirador y se le abrió proceso judicial el 5 de mayo de 1815 y condenado a cinco años de prisión. En su defensa alegó que su participación fue la de aquietar, contener y disponer a la tranquilidad (AGCA, A11, leg. 6923, exp. 56995; B26, leg. 30, exp. 765). En 1818, fue indultado (AGCA, A11, leg. 6927, exp. 57067). El 4 de octubre de 1821, apenas pasado un mes de proclamada la Independencia, se le redujo a prisión y, tres días después, se le envió a Guatemala, por haberse amotinado contra el Intendente Pedro Barriere, y ser uno de los principales opositores a la Anexión a México (AGCA, B54, leg. 59, exp. 1409; B54, leg. 60, exp. 1510). Salió pronto en libertad, pues el 6 de noviembre de 1821, durante un cabildo abierto, pidió la separación del Presbítero José Ignacio Zaldaña, por atacar desde la cátedra sagrada a los que luchaban por la libertad (AGCA, B54, leg. 60, exp. 1453, fol. 5v). El 13 de enero de 1822, fue nombrado Comandante General de la Provincia de San Salvador. Dispuso que la bandera de El Salvador fuera celeste y blanco, la que fue bendecida el 20 de febrero de 1822 y luego las tropas le prestaron juramento. El 3 de marzo de 1822 derrotó a las fuerzas anexionistas que estaban bajo el mando del Sargento Mayor Nicolás Abos Padilla (AGCA, B5, leg. 75, exp. 2246, fol. 5). El 3 de junio de 1822 presentó una férrea resistencia en San Salvador a las fuerzas comandadas por Manuel Arzú, quien tuvo que retirarse por la indisciplina de sus tropas. A finales del mismo mes, lo hizo contra las de Vicente Filísola. El 18 de diciembre de 1822 cayó gravemente enfermo y la ciudad tuvo que capitular el 10 de febrero de 1823. Al ser derrotado, emigró hacia Estados Unidos. El cuatro de octubre de 1823, estando ausente, fue electo miembro del segundo Triunvirato de las Provincias Unidas de Centroamérica, junto con José Cecilio del Valle y Tomás O'Horan. El 18 de octubre de 1823 salió de Nueva York hacia el puerto de Tampico (México), con el propósito de colaborar en la organización de una expedición militar que independizara Cuba, pero ésta no se realizó. Asumió el cargo de Triunviro el 15 de marzo de 1824. El 9 de enero de 1825, llegó a Nicaragua al mando de 500 soldados salvadoreños para apoyar a las fuerzas federales que buscaban cómo acabar con la guerra civil entre timbucos (adinerados) y calandracas (gente pobre), comandados por el Obispo Nicolás García Xerez y Cleto Ordóñez, respectivamente (AGCA, B11, leg. 196, exp. 4356, fol. 9). Esto lo logró el 22 de ese mismo mes, cuando los contendientes entregaron las armas y García Xerez y Ordóñez fueron trasladados a Guatemala. El 21 de abril de 1825, la Asamblea Nacional Constituyente eligió Presidente de la República Federal del Centro de América a José Cecilio del Valle, pero los liberales lograron anular el triunfo y, en una segunda vuelta, los conservadores que habían postulado a Valle se aliaron con los liberales y eligieron a Manuel José Arce (AGCA, B58, leg. 72, exp. 2037, fol. 303). Tomó posesión el 29 de ese mes. Sin embargo, Arce pronto empezó a distanciarse de quienes lo habían nombrado, por no hacer efectiva la resolución emitida por el Congreso Federal el 18 de julio de 1825, en que ordenaba la erección del Obispado de San Salvador. Esto molestó a su tío José Matías Delgado* que ambicionaba dicho cargo. Por ello, ayudó a opositores políticos guatemaltecos y salvadoreños para que publicaran en su imprenta escritos contra el Presidente. Ese mismo año, Arce mandó apresar a Juan Nepomuceno Barrundia, Jefe del Estado de Guatemala, y a sus ministros, y los obligó a asistir a la celebración del aniversario de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, ya que ellos pretendían realizar una ceremonia paralela en el Templo de Santo Domingo. Los funcionarios citados, en represalia, trasladaron la sede del Estado, desde Antigua Guatemala (Sacatepéquez) a Nueva Guatemala de la Asunción, y ocuparon las casas de dos particulares, pero sus dueños fueron amparados, por Arce, en su derecho, lo que distanció a las autoridades federales de los liberales guatemaltecos. Además, éstos protegieron al mercenario Nicolás Raoul, que se había insubordinado contra el Presidente y, finalmente, desconocieron al Gobierno Federal. El 6 de septiembre, Arce ordenó el arresto de Barrundia y, tres días después, lo puso a disposición de la legislatura del Estado de Guatemala para que le juzgara. Sin embargo, Cirilo Flores sustituyó a Barrundia y trasladó la sede a Quetzaltenango, donde los legisladores declararon herederos de las propiedades eclesiásticas a los hijos de los sacerdotes, abolieron el Consulado de Comercio y redujeron el diezmo a la mitad. Las nuevas autoridades no pudieron consolidarse, pues Flores fue asesinado. El 20 de marzo de 1827, la Asamblea del Estado de El Salvador emitió un decreto por el que desconoció la autoridad del Presidente Federal; días después, el ejército salvadoreño invadió Guatemala, pero fue derrotado el 23 de marzo en la Batalla de Arrazola. El 18 de mayo de 1827, a la cabeza de más de 2,000 hombres, atacó San Salvador, pero después de cinco horas de combate (Batalla de Milingo) fue rechazado con grandes pérdidas materiales y humanas, y obligado a regresar a Guatemala. Se replegó a Santa Ana (El Salvador) y posteriormente estableció su cuartel general en Cuajiniquilapa, en espera de refuerzos. El 14 de febrero de 1828, el Presidente Arce delegó sus funciones en el Vicepresidente Mariano Beltranena. Desde Cuajiniquilapa, Arce invadió una vez más El Salvador y ocupó Santa Ana el 16 de julio. Desde ahí, escribió al Padre José Matías Delgado, proponiéndole una concertación de paz. La respuesta de Delgado dio lugar al decreto del 5 de diciembre en el que Arce convocó la elección de un nuevo Congreso Legislativo. La derrota acrecentó la desconfianza de los conservadores guatemaltecos hacia Arce. La iniciativa política y militar pasó al Jefe del Estado de Guatemala, Mariano de Aycinena, quien se encargó de reorganizar el ejército, bajo el mando de Manuel Arzú, invadir El Salvador y sitiar su capital, pero Francisco Morazán lo derrotó. El 22 de agosto de 1829, días después que el Ejército Aliado Protector de la Ley invadiera Guatemala, el Congreso Federal decretó su expatriación permanente y confinamiento fuera del territorio (AGCA, B75, leg. 4126, exp. 92809, fol. 43). Arce salió desterrado con rumbo a Cuba, de donde pasó a Nueva Orleáns (Estados Unidos), a bordo de la goleta “Albano Packet”, en septiembre de 1829. Sin embargo, abandonó dicho país y se trasladó a México, donde, en 1830, publicó el libro Memoria de la conducta pública y administrativa de Manuel José Arce durante el período de su presidencia, gracias al apoyo económico proporcionado por el intelectual salvadoreño Enrique Hoyos. En ese documento defiende su actuación como Presidente de la Federación. El 24 de febrero de 1832, auxiliado por el Gobierno de México, trató de invadir la República Federal del Centro de América, pero fue vencido en Escuintla (Soconusco) por una división de tropas guatemaltecas comandada por Nicolás Raoul. Sin embargo, Arce logró escapar. Regresó a San Salvador a finales de 1842 y el 5 de enero del año siguiente propuso al gobierno salvadoreño promover la realización de un canal interoceánico en Nicaragua. Debido al hostigamiento político y un fallido atentado en su contra, abandonó San Salvador en abril de 1843, con rumbo a Honduras, de donde pasó a Guatemala. El 28 de abril de 1844 invadió El Salvador, para derrocar al Gobierno de Francisco Malespín, pero fracasó. Regresó a El Salvador a mediados de 1845. El Gobierno de Eugenio Aguilar lo nombró Inspector General para que reorganizara las milicias. Redactó Breves Indicaciones para la reorganización de Centro América (San Salvador, 1847). Falleció en San Salvador, el 14 de diciembre de 1847. Fue sepultado en la Iglesia de La Merced, vestido con el sayal de terciario de la Orden de San Francisco. Como homenaje póstumo, el 28 de noviembre de 1947, la Asamblea Legislativa de El Salvador dio el nombre de Ciudad Arce a la villa de El Chilamatal.

 

Bibliografía: Ramón A. Salazar, Manuel José Arce (hombres de la Independencia) (Guatemala: Biblioteca de Cultura Popular “20 de Octubre”, 1952).

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